A 36 años del Accidente Nuclear de Chernobil

En la madrugada del 26 de abril de 1986 ocurría uno de los peores, si no el peor, accidente nuclear en la historia de la humanidad: la explosión del reactor 4 de la central nuclear Vladimir Ilich Lenin, ubicada a 2.7 km de la ciudad de Pripiat y a 18 km de Chernóbil, en la República Socialista Soviética de Ucrania (hoy Ucrania).

Durante una prueba de seguridad, vaya incoherencia, que consistía en un corte de energía para crear un protocolo para poder mantener circulando el agua de enfriamiento del reactor en caso de una falla real.

Desequilibrios causados por esta baja de potencia ocasionaron una o dos explosiones (aun no se llega a un consenso), las cuales volaron la tapa del reactor, de 1200 toneladas, expulsando grandes cantidades de materiales radiactivos a la atmosfera, creando una nube radiactiva que se extendió por Europa e incluso América del Norte.

También se emitieron sustancias sólidas como plutonio - 239, dióxido de uranio, carburo de boro, oxido de europio, erbio y aleaciones de circonio y grafito, todas altamente radiactivas. Se estima que la cantidad emitida de estas sustancias, fue 500 veces mayor que la liberada por la bomba lanzada sobre Hiroshima.

Al poco tiempo, 20 de mayo de 1986, se comenzó a construir una estructura que cubriera los restos del reactor número 4, comúnmente conocida como el "Sarcófago". Esta estructura de 400,000 m3 de hormigón y 7,300 toneladas de metal, dejo contenidos aproximadamente 730,000 m3 de material radiactivo.

Sarcófago original

Sin embargo, el medio ambiente y los efectos de la radiación comenzó a desgastar esta protección, por lo que, en noviembre de 2016, se inauguró un nuevo sarcófago, con una inversión de más de 1,500 millones de euros.

Nuevo Sarcófago Seguro

La zona no será habitable en por mucho tiempo. La vida media de algunos elementos arrojados durante la explosión es muy larga. Recordemos que la vida media es el tiempo que tarda la mitad de la masa de un elemento radiactivo en degradarse a un isotopo más estable. Por ejemplo, la vida media del cesio - 137 es de 30 años, es decir, si en este momento tengo 100 gramos de este elemento, en 30 años, tendré 50 gramos; en otros 30 años, tendré 25 gramos y así sucesivamente, decayendo la mitad de la cantidad anterior.

Uno de los elementos más peligrosos y muy usados en centrales nucleares es el plutonio - 239, con una vida media de 24,100 años. Pasará muuucho tiempo antes que la cantidad arrojada por la explosión llegue a niveles seguros.


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